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A veces pagar más impuestos es preferible a pagar menos


A veces pagar más impuestos es preferible a pagar menos
A veces pagar más impuestos es preferible a pagar menos

Una vez que el emprendedor empieza a ganar plata, hay una concepto muy complejo que tiene que entender:


A veces hay que pagar más impuestos para ganar más.


Estoy convencido de que una de las grandes trampas mentales que enfrentamos quienes trabajamos pensando en impuestos, es esa vocecita que nos dice que si algo no es “tax efficient”, entonces está mal.


Y no es así: hay veces en las que pagar más impuestos no solo es inevitable… sino deseable.


Vamos a desarmar juntos este mito que hace estragos especialmente en emprendedores, freelancers con éxito incipiente, y hasta en empresarios consolidados que siguen tomando decisiones con la cabeza en la AFIP y no en la cuenta bancaria.


“Ah, claro, cuanto más gano más pago… entonces si pago más es porque gané más, ¿no?”


Falso.


Esa lógica no solo es tramposa, es peligrosa. No es por eso.


“Ya sé a lo que te referís: elegir países con impuestos altos pero servicios públicos buenos…”


No, no va por ahí tampoco.


La idea de “pago más pero me dan salud y educación de calidad” es un cuento más flojo de papeles que un Renault 12.


En el 95% del mundo la salud pública es paupérrima (Canadá, UK, Francia, España incluidas)


Incluso en países donde el sistema público funciona bien, la versión privada del mismo servicio es replicable por 200 dólares al mes. Con lo cual, cobrarte el 50% de tu renta por eso, sigue siendo un choreo…


Me estoy refiriendo a una trampa.

La trampa del “tax efficiency” como única brújula

Lo que pasa es que muchos viven con un sesgo: confunden eficiencia fiscal con buena decisión de negocios. Y eso es un error estratégico de manual.


Frente a una decisión que tiene una alternativa tax efficient y una que no lo es, hay que elegir siempre la que más guita deja, y la que más guita te va a hacer ganar.


Pagar más impuestos no es el problema. Ganar menos, sí.

Cuando tomás decisiones de negocios, la variable fiscal es importante, pero no debe ser la única. Es un factor más, como el riesgo, la escalabilidad, la reputación o la proyección a largo plazo.


A veces, la opción más “cara” en términos tributarios es la que te va a permitir acceder a un mercado más grande, firmar con un cliente más serio, o escalar tu proyecto.

 
 
 

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