
Hoy vamos a hablar Francia. Los exportadores de servicios, freelancers y emprendores pueden con relativa facilidad acceder a territorio francés. Si conviene o no, ese es otro tema. Pero siendo un ícono del lifestyle y un estado marca extremadamente poderoso, le interesa a muchísimas personas.
Los más memoriosos del espacio de divulación que es esta cuenta, recordarán que a mi juicio Francia posee el mejor pasaporte del mundo. Es por esto que si bien no sea uno de los países más tax friendly o libres de regulación inutil o innecesaria, igualmente amerita el análisis profundo de las opciones de residencia que otorga, en pos de poder transformarlo en ciudadanía luego de 5 años.
Y la primera opción que nos da, es una que no conduce a la ciudadanía en sí misma, pero que puede servir como punto de partida. Francia ofrece al mundo lo que conoce como una "Visa de año sabático". Consiste en un permiso de residencía de 365 días, que no te habilita a trabajar en suelo frances, y se concede con la condición de que el aplicante tenga una cuenta bancaria con 13.500 euros, y esté dispuesto a gastarlos en su estadía. Respecto de esta visa, aclaramos que lo que no permite es adquirir una renta activa, pero no prohibe una pasiva. Con lo cual si se poseen ingresos pasivos no se esta en falta.
Pero sobre esto es importantísimo considerar dos cosas. La primera es que el estado frances va a querer cobrar su parte por la renta mundial del solicitante independientemente de que no haya obtenido ingresos activos en Francia, con lo cual la residencia fiscal se activa a los 183 días, con todos los costos que eso implique. Y la segunda, que un exportador de servicios "unipersonal" bien puede tener una estructura que le permita cobrar en dividendos, los cuales son considerados renta pasiva. Pero si a alguien se le ocurriera hacer la pregunta: "Si, todo muy lindo, pero el trabajo propiamente dicho dónde fue hecho?" entonces seguramente habría un largo e incomodo silencio.
Para poder trabajar libremente como emprendedor, exportador de servicios o profesional liberal, existe otra visa, que se solicita en consulados y tiene requisitos no tan distintos. Se pedirá el papelerío habitual, seguro médico, etc. Y tambien una declaración jurada ante escribano público de que no se trabajará para un empleador francés. Luego el solicitante deberá acreditar ingresos por al menos 18.500 euros anuales (relativamente bajo para un país de este estandar) y esperar su aprobación fuera de Francia.
Luego de 5 años de resdencia ininterrumpida, la residencia podrá transformarse en ciudadanía, con los beneficios que eso implica.
Si queda justificado el movimiento para residir en un país de alta tributación y regulación, deberá ser definido por cada uno. Pero nunca está demás conocer uno de los tantos más beneficios que te otorga el pasaporte maestro del ingreso independiente de tu locación.
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