A veces hablamos de cómo los individuos de grandes patrimonios no necesariamente necesitan emigrar por cuestiones fiscales, pero igualmente deberían tener un portfolio migratorio. Hoy vamos a hablar de la clase media.
A diferencia de quienes tienen patrimonios extensos y consolidados, la clase media, incluso la clase media emprendedora con muy buenos ingresos, sí emigra por cuestiones fiscales. Si bien las soluciones de ingenieria y planificacion internacional pueden llegar a permitirle ciertas opciones como persona física, muchos de ellos no estan dispuestos a hacer las inversiones correspondientes, por los riesgos que implican al no haber seguridad jurídica.
Es decir, estar en compliance de acuerdo a las opciones que permite la normativa vigente, no implica que seguirán en complicance con la misma estructura el año que viene, o el mes que viene, o mañana. Cuando no hay seguridad jurídica y las reglas cambian constantemente, los cambios y las adaptaciones a las estructuras internacionales pueden potencialmente costar mucho dinero. No necesariamente desde el punto de vista de la implementación, pero si desde la viabilidad.
Los emprendedores y exportadores de servicios de clase media, muchas veces no estan dispuestos a hacer inversiones cuando no estan dadas las minimas garantías.
Si bien es cierto que los ricos muchas veces intentan procesos migratorios que finalmente quedan truncos, por no respetar la cuenta de días en su nueva jurisdicción, o simplemente por volver, eso no es algo que afecte tanto a la clase media.
Es porque la clase media no tiene sentimientos? No extrañan a sus familias? Son sociopatas? No, para nada. Es porque simplemente es un lujo que no se pueden dar.
Cuando el freelancer se va del país, expulsado por la loca idea de querer conservar lo que gano con el sudor de su frente, sabe que volver implica volver a ser perseguido. Extraña igual que cualquiera, pero simplemente lo han puesto en una situación imposible.
Aquí es donde me gusta charlar con mis clientes acerca de dos cosas. Por un lado, la idea que el mundo es mas pequeño de lo que parece. Y de que tranquilamente se puede seguir en contacto con todos los afectos e incluso visitarlos asiduamente. Cambiar la base desde el punto de vista estrategico, no necesariamente implica aislarse. Y de hecho muchas veces por el ahorro macro que porporciona, implica lo contrario y es poder conectarse y viajar muchísimo mas que antes, sin perderse de nada.
Y por el otro lado, que un proceso migratorio no necesariamente permanente y bien puede realizarse como un objetivo de 5 o 10 años, en funcion de establecerse en una jurísdiccion que permita explotar al máximo el potencial económico, y construír un patrimonio y un retiro.
Para luego sí replantearse el hecho de dónde uno quiere vivir. Pero parado de otra forma. Con un patrimonio consolidado que le permita acceder a la ingenieria fiscal internacional, y una renta pasiva que le quite al trabajo la "necesidad" para dejarle sólo el placer.
Pensar de esta forma es clave para generar movilidad social ascendente y riqueza generacional. Los movimientos migratorios estratégicos deben formar parte de un plan holístico y a largo plazo, que se adapte a los objetos personales y económicos de cada individuo.
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