Latinoamérica tiene un diamante en bruto con una oportunidad histórica. Cuando termine la pandemia, todos los ojos van a estar puestos en Bolivia.
Si el pueblo boliviano logra convalidar en elecciones libres el camino político y económico planteado por Jeanine Áñez, se viene para Bolivia un crecimiento a tasa record pocas veces visto en la historia del continente.
No va a ser una tarea fácil, y constituiría la cereza del postre de la acción patriotica que constituyó haber expulsado el lastre del comunismo que venía gobernando hace década y media arrasando el país. Si Bolivia termina este movimiento, las inversiones van a llover.
Va a volverse ademas un hotspot migratorio que va a competirle de lleno a Paraguay. Sin lugar a dudas va a recibir emprendedores de todas partes del mundo, pero particularmente de Argentina, Chile y Brasil.
No es un lugar fácil para vivir desde el punto de vista de la adaptación, pero ofrece imposición territorial combinada con un costo de vida extremadamente bajo. Este combo es explosivo y va a poner a Bolivia en el mapa mundial, compitiendo directamente con Tailandia y Filipinas.
Bolivia tiene el potencial de ser el "magic place" que apaerece una vez por generación. Un blend perfecto de exportacion de servicios libre, estado ausente, capitalismo manchesteriano, paisajes imponentes y vida de rey por 500 dolares al mes.
La via migratoria para los argentinos es la via Mercosur. Con una primera residencia temporaria de 2 años, y luego la posibilidad de adquirir la permanente. Actualmente 45 mil argentinos residen en Bolivia, generalmente por integración regional con provincias limitrofes.
El potencial de Bolivia es extremo. El mundo necesita desesperadamente de Bolivia en su máximo esplendor. Pero es imperativo que Jeanine Áñez arrase por la vía democrática. Seguimos de cerca los acontecimientos.
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