Les voy a hacer un pequeño update de lo que es la situación de los inmigrantes en Uruguay. Durante el período que abarcó entre los meses de Agosto y Diciembre, entraron muchísimos argentinos.
Algunos de ellos ya eran residentes en Uruguay, e ingresaron con sus cédulas como cualquier uruguayo, ellos no tienen mayores problemas. Sin embargo, hubo miles de ingresantes que pudieron hacerlo mediante el permiso excepcional de ingreso.
Este permiso fue un karma desde el día cero de su implementación, hace ya varios meses. Nadie sabía como tramitarlo, era extremadamente complicado y parecía diseñado con el único fin de que el solicitante desista.
Sucede que la gente que lo solicitaba, no eran turistas que querían hacer una trampita para irse a comer unos waffles a L'Auberge, sino personas que realmente necesitaban venir por razones impostergables.
Movieron cielo y tierra y colapsaron todas las secretarías y ministerios hasta que el sistema tuvo que actualizarse para poder atender a las miles de personas con necesidades urgentes de ingreso, y finalmente los permisos empezaron a salir.
Las razones impostergables eran muy variadas, reunificación familiar, trabajo, cuestiónes económicas, de salud, etc.
Y los miles de argentinos que ingresaron con estos permisos, rara vez tenían intensión de volver. De hecho incluso los argentinos que tienen ganas de volver a Argentina pero tienen intereses en ambos países, no van a hacerlo hasta que regularicen su situación de residente uruguayo, ya que eso confiere el derecho a moverse "libremente" entre ambos países. Y lo digo entre comillas por lo que pasaría en Diciembre. En Diciembre de 2020 comenzó el supercierre, con fronteras termoselladas que no podían penetrar ni siquiera los nacionales uruguayos, y casi todas las dependencias públicas cerradas.
Durante este cierre de 40 días, sumado a lo que ya era un sistema bastante colapsado, los miles de argentinos que ingresaron no pudieron regularizar su situación, hacerse residentes y comenzar oficialmente sus vidas en UY.
Lo que sucede ahora, es que una vez reabiertas las oficinas que requieren los inmigrantes, los turnos son imposibles de conseguir. Se liberan una vez por semana a determinada ahora, y 2 segundos despues el sistema colapsa, para volver a estar operativo 10 segundos después ya sin turnos disponibles para todo el mes.
Los inmigrantes entonces se encuentran sin poder empezar a trabajar, o anotarse en cuestiones básicas y pasan a estar en un limbo extendido en situación de "turista" hasta tanto se les de la opción de presentarse ante la autoridad para solicitar la residencia.
Y lo peor es que muchos tienen todos los papeles listos para hacerlo desde el segundo en el que ingresaron a Uruguay, pero pequeño detalle: Los papeles vencen. Tengo casos conocidos que ya tuvieron que tramitar como 3 certificados de antecedentes penales porque simplemente se vencen antes de que puedan conseguir el dichoso turno.
A modo de cierre, vale recordar que Uruguay es un país amigable con los inmigrantes y la situación de a poco se está empezando a regularizar. Pero seguimos viendo las consecuencias de un cierre de fronteras ridículo que jamás debió haber ocurrido, y que al día de hoy, aunque un poquito flexibilizado, sigue en pie.
