Existe una forma de guardado de valores que es fuente de mucha especulación fantasiosa, pero que también ofrece elementos e intangibles únicos en un mundo cada vez más cerrado para los que valoran la privacidad: Las cajas de seguridad no bancarias.
Vamos a contarles de que va la cosa con respecto a este gran producto, cómo pueden contratar este tipo de servicio, y distintos use cases que los clientes les otorgan.
Primero y principal: Qué es una caja de seguridad no bancaria?
Se trata de una caja de seguridad tipo “safe depósit box”, en apariencia indistinguible de una caja bancaria. Quien alguna vez tuvo el privilegio de pasar al sector cajas de seguridad en algún banco, sabe de qué se tratan y los procedimientos para acceder a ellas.
También aparecen en cantidad de películas, pero a menudo repletas de fantasía tech, tipo iris scanners, etc. No es que algunas de estas cajas no tengan Hi Tech Security, pero por lo general la seguridad es tradicional, amparada en la fortificación, igual que la de un banco.
La caja bancaria, al ser un producto ofrecido por una institución financiera, está sujeta a un proceso de onboarding similar al del resto de los productos, y además existe la posibilidad de que el banco pueda tener obligaciónes de reporting para con ellas.
Aún así, el contenido de la caja es secreto. El banco no sabe qué hay adentro y no puede acceder al contenido sin consentimiento del titular a menos que tenga la orden de un juez.
La caja no bancaria, ofrece justamente el beneficio de no ser un producto otorgado por una institución financiera, y el onboarding de un cliente es un procedimiento circunscripto a la formalidad que pueda tener un contrato de alquiler entre privados.
Hay quienes creen que la caja de seguridad no bancaria es inherentemente anónima, pero esto no es así. Existen las cajas anónimas, pero no son la regla. More on this later.
La caja no bancaria es un producto que se encuentra en cualquier cantidad de jurisdicciones, incluso Argentina. En prácticamente todas las jurisdicciones del mundo el operador de las cajas va a requerir un contrato firmado, con un chequeo de identidad que consistirá en al menos la presentación de un pasaporte.
Ahora, si bien estas cajas existen por todo el mundo, el cliente potencial interesado en una, probablemente quiera arbitrar jurisdicciones en las cuales la orden de un juez para abrir eventualmente su caja sea extremádamente exótica.
Para esto probablemente quiera remitirse a los wealth hub tradicionales en los cuales este producto abunda: USA, Suiza, Liechtenstein, Austria, UK, Singapur.
En estos casos, prácticamente no existen órdenes basadas en “sospecha” sino en evidencia, y suele estar ligada al hecho de que existan clientes que las utilizan para guardar drogas, armas u otros elementos expresamente prohibidos.
Para evitar que esto suceda, el establecimiento avisa a los clientes que realiza chequeos habituales con perros entrenados, y obligar al cliente a firmar una pre autorización de apertura (con lo cual no es necesario un juez) en caso de que un can detecte algo sospechoso.
Este proceso preventivo, hace que las aperturas sean prácticamente nulas, teniendo en cuenta que ningun malechor se sometería a ese tipo de riesgo.
Las cajas no bancarias no son un hack al sistema, ni pasan por abajo del radar. Existen extensa presión de distintos gobiernos para obligar a las empresas que las ofrecen que comiencen a reportar a los clientes. En algunos lugares ya sucede, a pesar que de que esa información no sea objeto de reporting internacional.
A futuro, uno podría imaginarse que estas cajas también ingresarán al scope de CRS y FATCA, aunque el contenido de las mismas permanecería confidencial. Y la realidad es que para muchos use cases, también sería irrelevante que las reporten.
La caja de seguridad para guardar cash, es una suerte de invento agentino que tiene gran utiliadad y ámplia tradición únicamente por la venta de propiedades.
Un cliente internacional, dificilmente atesore grandes cantidades de cash en una caja no bancaria en Austria o Suiza. En primer lugar, le sería prácticamente imposible mover el cash, y en segundo lugar, le quitaría el elemento que hace líquido al dinero, con lo cual lo dejaría únicamente devaluandose a la sombra.
Un valor muy habitual que puede guardarse es oro físico y otros metales o piedras preciosas. Existen servicios que venden estos valores internacionalmente y luego los depositan en las cajas, de manera que el cliente pueda contar con estos valores en un lugar seguro, privado, y que probablemente se apreciarán con el tiempo.
La utilización más habitual sin embargo, es documentación sensible, crítica, o de extrema importancia para el cliente. Esta información hoy en día, puede perfectamente ser la seedphrase de una billetera crypto.
Se acuerdan cuando hablé de las cajas anónimas? Bueno, el único lugar del mundo donde existen cajas de seguridad realmente anónimas, es Estados Unidos, particularmente en Florida y en Nevada.
Estos lugares se promocionan abiertamente como anónimos, basados en la no obligación de corroborar la identidad de sus clientes. Esto no significa que sean anónimas by design, sino que la empresa no te va a solicitar ID, y podés poner lo que quieras en el formulario de apertura.
En tanto y en cuanto la caja esté paga, ellos están contentos.
El hecho de firmar a tu nombre, igualmente, te otorga derechos que el anonimato no.
La legalidad de toda esta operación es “dudosa”, pero el negocio existe desde hace décadas y sigue lo más bien (por ahora).
Y hablando de que la caja esté paga, cuánto vale una de estas cajas? No es algo tan caro. La caja más pequeña puede valer entre 250 y 500usd anuales dependiendo de la jurisdicción y de las características del lugar.
El hecho de que existan estos proveedores abre la puerta para que cada persona decida atesorar lo que considere de importancia mediante tantos tipos de protocolo de seguridad como tu creatividad conciba.
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