Hoy vamos a retomar el tema de las buenas prácticas en seguridad crypto, hablando de la parte que nadie habla, pero que es probablemente la más importante: la seguridad real, por encima de la seguridad virtual.
Tomar medidas de seguridad es conocer las distintas hipótesis de conflicto que podemos tener que afrontar. La mayoría de la gente se prepara para hipótesis improbables, como el ataque coordinado de hackers chinos, dejando de lado otras muchísimo más probables: que te afane un simio con un palo.
De más está decir que cualquier tipo de defensa en el terreno de lo “cyber” es absolutamente inútil una vez que el maleante ingreso a tu casa.
Llamativamente uno de los riesgos de seguridad más grandes a los que puede exponerse un holder de cualquier token es el que más veo en redes sociales.
Auto identificarse como tenedor de crypto es ponerse un blanco en la frente. Cualquier experto en seguridad les va a decir que si tienen activos al portador, deben hacer todo lo posible para que no se sepa.
Una persona mínimamente conciente de su seguridad, jamás debe utilizar ningún tipo de swag distintivo de una criptomoneda, sin importar qué tan lindo y gratis haya sido.
Las remeras de las conferencias, únicamente pueden ser utilizadas como pijama, y nunca deben tener fotos usándolas en redes sociales.
De hecho, usarlas como pijama implica un riesgo. Si un chorro entrara en tu casa y las encontrara, le estarías dando un indicador de que hay un tesoro que buscar, y una motivación para que te espere y ejerza violencia.
Los stickers en las laptops, por dios, no muchachos. Una laptop neutra es únicamente un dispositivo. El chorro ve miles por día. Una laptop llena de stickers crypto habla de una persona que probablemente tenga un valor extremadamente sencillo de robar.
Cada vez que usen la gorrita de este proyecto, la remerita de aquel, y el sticker de ese otro, recuerden que están gritando a los cuatro vientos un mensaje muy similar a “vendí una propiedad y en mi casa tengo el cash”.
Si hubiesen vendido una propiedad y tuvieran el cash en sus casas estarían probablemente bastante intranquilos, no lo mencionarían ni a sus amigos. Y sin embargo con esto, que a los fines prácticos es básicamente lo mismo, lo anuncian sin pudor.
“Ah, entonces ni deberíamos hablar de cripto en las redes tampoco”. Una persona muy paranoica no lo haría. Conozco cualquier cantidad que no lo hacen. Pero los que lo hacemos, debemos estar conscientes del lado B.
Una cosa es exponerse a un ataque coordinado que implique tareas de inteligencia (que también hay que contemplar), y otra regalarse a cualquier chorro de poca sofisticación que salga a buscar giles con remerita y stickers para luego planear el robo.
