Lo escuchaste nombrar mil veces, y quizás lo sacás por contexto, pero no sabés muy bien qué es exactamente. Bueno hoy vamos vamos a hablar de Private Equity.
En el vasto universo de las inversiones, el private equity se destaca como una ruta interesante para aquellos que buscan diversificar sus carteras más allá de las opciones tradicionales del mercado.
Un fondo de private equity es un fondo de inversión que reúne capital de inversores para comprar, holdear, reestructurar, o basicamente hacer lo que quieran con empresas o “equity” que no cotiza en bolsa.
A diferencia de las inversiones en mercados públicos, donde se compra y vende acciones de empresas listadas, el private equity se enfoca en adquirir empresas o valores privados, con el objetivo de beneficiarse de su apreciación.
Los inversores en estos fondos suelen ser institucionales, como fondos de pensiones, fundaciones, endowments universitarios, y también pueden incluir a individuos de alto patrimonio. Participar en un fondo de PE generalmente requiere comprometer una suma significativa de capital durante un período extendido, a menudo de 10 años o más.
La distinción clave entre el private equity y otros tipos de fondos, como los mutual funds o los ETFs, reside en el enfoque de inversión y el horizonte temporal.
Además, el private equity se caracteriza por un enfoque más activo en la gestión de sus inversiones. Se trata de invertir en cuestiones cuyo crecimiento se pueda influir de cerca, y de hecho muchas veces es la estrategia del fondo.
Lógicamente este es un tema mucho más complejo, pero a grandes rasgos, ahí tienen más o menos cómo es la cosa.
