¿Qué pasa si estás en una startup y de repente te da ganas de vender tus acciones porque te ofrecieron una barbaridad? Siempre es tentador, pero bueno, aquí es donde entra la cláusula de bloqueo o lock up period.
La cláusula de bloqueo es como ese amigo que te impide mandar un mensaje a tu ex a las 4am. Básicamente, es un pacto que dice que no vas a vender tus acciones por un cierto período de tiempo, evitanto así consecuencias potencialmente catastróficas.
¿Por qué? Bueno, porque si todos los inversores empiezan a vender sus acciones al mismo tiempo, el valor de la empresa puede caer dramáticamente. Y eso no le gusta a nadie, especialmente a los nuevos inversores que acaban de poner dinero.
Por lo general, este período de bloqueo dura entre 180 días a 1 año después de una ronda de inversión o un IPO. Durante este tiempo, los accionistas no pueden vender sus acciones.
Y hay más, las cláusulas de bloqueo suelen ser escalonadas. Esto significa que no todas las acciones se liberan al mismo tiempo. Por ejemplo, el 25% de tus acciones podrían liberarse a los 6 meses, otro 25% a los 9 meses, y así sucesivamente.
Por supuesto, siempre hay excepciones a la regla. Algunas veces, podés vender tus acciones antes de que termine el período de bloqueo, pero esto suele ser la excepción y no la regla.
Y qué pasa si las vendo igual? Bueno, podrías enfrentarte a algunas consecuencias legales muy serias. Con estas cosas no se jode.
En resumen, las cláusulas de bloqueo son como un cinturón de seguridad para tu empresa. Aseguran que los accionistas se queden en auto mientras el auto está andando, durante un cierto período de tiempo, ayudando a mantener el valor de la empresa estable. Así que, aunque puedas tener la tentación de saltar y vender, vas a tener que aguantar hasta llegar al destino previamente acordado.
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