La generación Bitcoinera está muy lejos quizá de hacerse esta pregunta. El boom de los crypto activos es un fenómeno de pocos años de antiguedad y es, como dicen los padres, “Una inversión para gente joven”.
Pero ¿que pasa con mis crypto activos en caso de fallecimiento? ¿Se pueden heredar? O, ¿en cambio serán perdidos por siempre?
Sin lugar a dudas, cualquier persona que sea dichosa de poseer parte de su patrimonio en este preciado y escaso activo, debe hacer las consideraciones necesarias respecto de qué pasará cuando muera, ya que los sistemas sucesorios vigentes son extremadamente insuficientes a estos fines.
La mayor parte de la doctrina entiende que un crypto activo se asemeja a la antigua acción al portador -ya derogada-. Es decir, el dueño de la crypto es su poseedor. La compra o ingreso a la billetera se entiende como el titulo y se ejerce por la posesión, similar a los inmuebles.
En caso de fallecimiento es el juez quien lleva a cabo la sucesión y ordena realizar un inventario de los bienes del causante. Ese conjunto de bienes estará integrado por inmuebles, muebles, derechos y obligaciones. Entre ellos se encontrarán las cryptos. En general, no hay diferencia con el resto de los bienes. El juez emitirá un requerimiento solicitando al exchange/wallet dar acceso a la cuenta del fallecido y los herederos podrán hacer uso de las cryptomonedas heredadas libremente.
Hasta aquí todo es muy lineal y sencillo, sin embargo, la complejidad radica en ubicar las crypto monedas. Los exchanges locales tienen acceso a las cuentas de sus usuarios y pueden brindar información a los herederos legitimados a pedido del juez. Sin embargo, las wallets descentralizadas que no ejercen custodia (sino que el usuario ejerce auto custodia) cambian las reglas de juego.
Puesto que estas billeteras no tienen acceso a nuestra cuenta y solo se puede recuperar con el juego de palabras ofrecidos en la registración, o el dispositivo de recuperación establecido a tales fines, no habría forma de retomar la titularidad de las monedas depositadas si se desconoce la forma de recuperar o ingresar a la wallet. En consecuencia, se perderían todos los activos.
En conclusión, las crypto monedas funcionan como acciones al portador, se ejercen por la posesión y son susceptibles de ser heredadas. La dificultad radica en las wallets descentralizadas cuyo acceso esta limitado solo al titular. ¿Que hacer frente a esta situación? Queda a elección de cada uno y uno. En pasados Insider Reports, hemos hablado largamente del tema de la custodia de frases de recuperación, y de cómo las cajas de segudidad no bancarias en el exterior pueden ser una excelente forma de resguardo.
El caso emblemático de botín irrecuperable, es el de Satoshi Nakamoto, misterioso creador del bitcoin y probablemente pasado a mejor vida, cuya billetera con un millón de bitcoins (a valor actual, circa 500B) permanece inamovible e inmutable.
No es el único caso, y se calcula que hay muchísimos más bitcoins que están perdidos para siempre, ya sea por fallecimientos o por la pérdida de las llaves de acceso. Y en palabras del creador, esto debe tomarse como una donación a todo el resto de tenedores de Bitcoin, ya que al ser imposible que existan más de 21 millones, cada pérdida hace al activo más escaso y ergo más valioso.
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