Finalmente, te decidiste y armaste una LLC con cuenta corporativa. Ahora te preguntás: ¿Puedo usarla como si fuese mi cuenta personal?
La respuesta corta es no. Las cuentas corporativas están diseñadas para ser utilizadas exclusivamente para fines comerciales.
Mezclar tus gastos personales con los de la empresa puede traer problemas legales y fiscales.
Está repleto de pésimos consejos en Twitter y el resto de internet que son del tipo "Necesitás una cuenta en USA? Hacete una LLC!"
No es tan simple gente, estás constituyendo una empresa y tenés que saber qué es lo que estás haciendo.
Al usar una cuenta corporativa, es fundamental mantener separadas las finanzas personales y las de la empresa. Si no lo hacés, podés enfrentarte a auditorías, sanciones e incluso perder la protección legal que ofrece la LLC.
Entonces, ¿qué pasa si querés transferir fondos de la LLC a tu cuenta personal? Podés hacerlo, pero es importante documentar y justificar correctamente la transacción. Podés pagarte horas laburadas, distribuciones o incluso reembolsarte gastos que hayas pagado a título personal en nombre de la empresa.
Ahora bien, ¿dónde sí podés usar tu cuenta corporativa? Por ejemplo, si necesitás comprarte una computadora que vas a usar para trabajar, podés utilizar la tarjeta corporativa. Lo mismo aplica para la suscripción a cualquier software o cualquier otro servicio que sea necesario para el desarrollo de tu negocio.
Supongamos que vas a un viaje de negocios. En ese caso, los gastos del viaje, como pasajes, hospedaje y comidas de trabajo, pueden ser pagados con la cuenta corporativa. Sin embargo, si decidís ir a ver un show o hacer compras personales, deberías usar tu cuenta personal para esos gastos.
Si tu pareja te acompaña en el viaje, es importante recordar que ningún costo relacionado con ella debería aparecer en los resúmenes de la tarjeta corporativa. Los gastos de tu pareja deben ser cubiertos con tu cuenta personal, o en todo caso por la de tu media naranja.
En resumen, una cuenta corporativa debe ser utilizada exclusivamente para los gastos relacionados con tu negocio. Mantener separadas las finanzas personales y las de la empresa es crucial para evitar problemas legales y fiscales. Así que, aunque tengas una LLC con cuenta corporativa, no la uses como si fuera tu cuenta personal.
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